Su estampa es como la de un pueblito de Belén, blanco como la leche y con casitas como terrones de azúcar. Pero, eso sí, en versión andaluza a más no poder: con sus murallas, su judería,sus placitas repletas de flores de colores, sus tortitas de camaró...
Su estampa es como la de un pueblito de Belén, blanco como la leche y con casitas como terrones de azúcar. Pero, eso sí, en versión andaluza a más no poder: con sus murallas, su judería,sus placitas repletas de flores de colores, sus tortitas de camarón y, por supuesto, unas playazas de regalo que aún siguen tocando a kilómetros y kilómetros por persona. […]
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